El embarazo verdaderamente saludable para el bebé empieza por ser un embarazo feliz y placentero para una madre. Por ello, realizamos el seguimiento del embarazo con una filosofía de mínima intervención, evitando las limitaciones a la embarazada que no tengan fundamento científico. El parto en la especie humana tiene unos requisitos, en cuanto a condiciones emocionales, que es muy difícil se cumplan en un medio hospitalario. El hospital está para la enfermedad y no para la salud. El parto, como el comer, es un evento de salud. Fuera del hospital surgen menos complicaciones y, por ello, no solo es más gozoso para la madre y para el bebé, sino, además, más seguro en cuanto a morbimortalidad, como muestran todos los estudios científicos que lo han analizado. Por ello, el parto, cuando no hay factores de riesgo, puede ser fuera del hospital y eso es un derecho de la madre y del bebé.

PSICODRAMA


El psicodrama es un enfoque terapéutico de tipo humanista, por lo que se basa en el encuentro genuino y profundo entre los seres humanos. Los terapeutas (directores) psicodramáticos no son expertos ni dan "recetas" que las personas que se acercan a ellos deben seguir, sino que las acompañan en su proceso de descubrir sus propios recursos, de encontrar en su propio interior las herramientas para su crecimiento y mejoría. Para ello se utiliza el "acto", no la palabra. El psicodrama no es hacer teatro, sino representar la propia vida, o la vivencia de ésta, con la posibilidad de cambiar, mirar desde fuera, ensayar, retroceder.
El psicodrama puede realizarse individualmente, aunque su potencial y capacidad son mucho mayores en grupo. El grupo psicodramático es un tiempo y un espacio protegidos, de cuidado, en el que cada participante es libre de expresar, compartir y trabajar los aspectos de sí mismo y sus vivencias que desee, ya que en el grupo se invita a participar y se respetan todas las posturas (observar, hacer, escuchar, compartir, callar). El grupo es, por lo tanto, lo más parecido al útero materno que una persona adulta pueda experimentar. Adentrarse en este trabajo es iniciar un camino de descubrimiento y de autocuidado, de poner luz en la sombra, en lo que se intuye pero la conciencia no puede alcanzar, respetando y siguiendo el ritmo personal de cada miembro del grupo, desde el cariño y la aceptación.
Paz Ferrer Ispizua, Doula, Psicóloga Colegiada M-20332, Psicodramatista, EMDR, tel:

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